Manuel de Falla. Un asceta romántico | Albert Mesa Rey

Manuel de Falla y Matheu fue un músico considerado como el mayor compositor español que hubo en el siglo XX. Dentro de la corriente del nacionalismo musical, se interesó por la música autóctona española, en particular por el flamenco andaluz. Junto con Isaac Albéniz y Enrique Granados es el tercero de los nombres que conforman la gran trilogía de la música nacionalista española.

Fue el representante de un grupo de compositores españoles que lograron darse a conocer en el mundo. Fue un hombre que además de ser un excelente músico también formó parte de algunos momentos importantes del país como la firma a la carta del presidente de la Segunda República para solicitarle que no detuviera la evangelización española y ayudó en la composición de un himno para los franquistas cuando estuvo en el exilio.

Nació el 23 de noviembre de 1876 en Cádiz y fue bautizado con los nombres de Manuel María de los Dolores Clemente Ramón del Sagrado Corazón de Jesús Falla y Matheu. Fue el hijo mayor del matrimonio formado por José María Falla Franco, un acomodado comerciante de origen valenciano, y de María Jesús Matheu Zabala, proveniente de una adinerada familia industrial catalana, aunque ambos eran de Cádiz. Tuvo cuatro hermanos: José María «Pepito» (nacido 2 años después que Manuel), María del Carmen (seis años más joven), Servando y Germán, los dos últimos eran gemelos y 13 años menores que él.

Recibió sus primeras lecciones musicales de su madre, una excelente pianista que, al advertir las innegables dotes de su hijo, no dudó en confiarlo a mejores profesores. Tras trabajar la armonía, el contrapunto y la composición en su ciudad natal con Alejandro Odero y Enrique Broca, ingresó en el Conservatorio de Madrid, donde tuvo como maestros a José Tragó y Felip Pedrell.

Francia, precisamente, iba a ser la siguiente etapa de su formación: afincado en París desde 1907, allí entró en relación con Claude Debussy, Maurice Ravel, Paul Dukas e Isaac Albéniz, cuya impronta es perceptible en sus composiciones de ese período, especialmente en Noches en los jardines de España, obra en la que, a pesar del innegable aroma español que presenta, está latente cierto impresionismo en la instrumentación.

La madurez creativa de Falla empieza con su regreso a España, en el año 1914. Es el momento en que compone sus obras más célebres: la pantomima El amor brujo y el ballet El sombrero de tres picos (éste compuesto para cumplimentar un encargo de los célebres Ballets Rusos de Serge de Diaghilev), las Siete canciones populares españolas para voz y piano y la Fantasía bética para piano.

El amor brujo es un ballet en un solo acto que narra en un ambiente de brujería y misterio el triunfo del amor sobre las tinieblas; protagoniza la acción la gitana Candelas, quien ve cómo el espíritu de su antiguo amante, ya muerto, se interpone entre ella y Carmelo. A través de una música que bebe directamente del cante jondo, del folclore y de la música popular andaluza, se evoca el mundo de los gitanos, de sus sortilegios y leyendas, en una atmósfera inquietante y maléfica.

El estilo de Manuel de Falla fue evolucionando a través de estas composiciones desde el nacionalismo folclorista que revelan estas primeras partituras, inspiradas en temas, melodías, ritmos y giros andaluces o castellanos, hasta un nacionalismo que buscaba su inspiración en la tradición musical del Siglo de Oro español y al que responden la ópera para marionetas El retablo de maese Pedro, una de sus obras maestras, y el Concierto para clave y cinco instrumentos.

Los últimos veinte años de su vida, el maestro los pasó trabajando en la que consideraba había de ser la obra de su vida: la cantata escénica La Atlántida, sobre un poema del poeta en lengua catalana Jacint Verdaguer, que le había obsesionado desde su infancia y en el cual veía reflejadas todas sus preocupaciones filosóficas, religiosas y humanísticas. Conocida de momento sólo por unos cuantos amigos íntimos, esta cantata escénica de vastas dimensiones para solistas, coro y orquesta era considerada por el autor como su testamento artístico y espiritual, y como un homenaje extremo a los valores de la fe cristiana y de la civilización mediterránea, objeto de su veneración constante. Aunque irregular, algunas de sus páginas (el Prólogo, el Aria y muerte de Pirene, el Sueño de Isabel) contienen lo mejor del genio de Falla. El estallido de la guerra civil española lo obligó a buscar refugio en Argentina, donde le sorprendería la muerte sin que hubiera podido culminar la obra.

Su muerte tuvo lugar un 14 de noviembre del año 1946 a raíz de una tuberculosis. Su muerte sucedió en la ciudad de Alta Gracia (Argentina) pues se había refugiado el este lugar luego de que iniciara la Guerra Civil de España. En el año 1947, sus restos fueron llevados a Canarias en donde fueron recibidos por sus familiares, autoridades eclesiásticas, militares y civiles. Sus restos fueron colocados en la Cripta de la Catedral.

No puedo finalizar este artículo sin listar su extensa y genial obra muchas de ellas aun inéditas. De hecho, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) acogió el 18 de diciembre de este año el estreno mundial de una partitura inédita de Manuel de Falla. ‘Canción de niñas’ ha sido interpretada por primera vez en concierto por la soprano valenciana Lucía Castelló y el pianista vasco Alejandro Zabala ante la atenta mirada de académicos de reconocido prestigio y músicos de talla internacional. El evento fue sido presentado por el musicólogo Antonio Gallego y la gerente de la Fundación Archivo Manuel de Falla, Elena García de Paredes, quien expresó sentirse “emocionada” por la recuperación de esta nueva pieza del compositor gaditano. Es posible que aun haya algunas más de las que no se tienen noticias.

Catálogo de obras:

Obras para escena:

El Conde de Villamediana (1887; ópera inédita y perdida).

La casa de Tócame Roque (1900; zarzuela inédita y perdida).

Limosna de amor (1901; zarzuela).

Los amores de la Inés (1902; sainete lírico).

El cornetín de órdenes (1903; zarzuela inédita y perdida).

La Cruz de Malta (1903; zarzuela inédita y perdida).

La vida breve (1904-05; drama lírico).

Amanecer (1914; música incidental inédita y perdida).

El amor brujo (1915; ballet).

Otelo (1915; música incidental inédita y perdida).

Soleá para una voz y guitarra (1916; música incidental para la Pasión; inédita).

El corregidor y la molinera (1917; farsa lírica ampliada como El sombrero de tres picos. Ballet).

Fuego fatuo (1918-19; ópera cómica).

Cuadro flamenco (1921; espectáculo de canciones y danzas).

El retablo de Maese Pedro (1923; ópera para teatro de títeres).

Auto de los Reyes Magos (1923; música incidental; inédita).

El gran teatro del mundo (1927; música incidental).

La vuelta de Egipto (1935; música incidental).

La Atlántida (1926-46; cantata escénica completada por E. Halffter. Estrenada en 1961).

Obra orquestal:

Noches en los Jardines de España (1911-15; impresiones sinfónicas para piano y orquesta).

El amor brujo (1916; versión de concierto).

El sombrero de tres picos (1919; dos suites).

Homenajes (1933; fanfarre sobre el nombre de E.F. Arbós).

A Claude Debussy (1920; según una pieza de guitarra).

A Paul Dukas (1935; según una pieza de piano).

Pedreliana (1924-39)

Revisión de la obertura del Barbero de Sevilla de Rossini (1934)

Obra vocal:

Rimas para una voz y piano (1899-1900; sobre rimas de G.A Bécquer; inéditas).

Olas gigantes

Dios mío, qué solos.

Preludios para una voz y piano (1900; A de Trueba; inéditos).

Tus ojillos negros (1902; de C. de Castro. Para una voz y piano).

Canción de niñas, con afectos júbilo y gozo (1908; hasta ahora inédita)

3 Melodías para una voz y piano (1909; de T. Gautier).

Les colombes.

Chinoiserie.

Seguidille.

7 Canciones populares españolas para mesosoprano, barítono y piano (1914-15).

El paño moruno.

Seguidilla murciana.

Asturiana.

Jota.

Nana.

Canción.

Polo.

Oración de las madres que tienen a sus hijos en brazos (1914; para una voz y piano; inédita).

El pan de ronda para una voz y piano (1915; inédita).

Psyché para una voz, flauta y trio de cuerdas (1924)

Soneto a Córdoba para una voz, arpa y piano (1927; de L. de Góngora).

Invocatorio ad Indiviuam  Trinitatem para tres voces femeninas (1928; inédita).

Sinite párvulos para tres voces de niños (1932; inédita).

Balada de Mallorca para coro (1933; J. Verdaguer según la Balada en fa mayor de Chopin).

Himno marcial (1937; J.M. Pemán según la Canço dels Almogàvers de F. Pedrell; inédito).

Versiones expresivas (inéditas)

Ave María, Sanctus (1932; T.L. de Victoria).

Amfiparnaso Nº 1 (1934; O. Vecchi).

Romance de Granada, tan buen granadino (1939; J. del Encina).

Ora sus (1939 P. de Escobar).

Madrigal (1939; F. Guerrero).

O Magnum mysterum (1939; T.L. de Victoria).

Gloria.

Benedictus.

Tenebrae factae sunt.

Miserere mei Deus.

Vexilla Regis in festo Sancti Jacobi.

Obra de cámara e instrumental:

Melodía para violoncelo y piano (1897-99; inédita).

Mireya para flauta, piano y cuarteto de cuerdas (1899; según Mistral; inédita).

Cuarteto de piano (1898; mov. segundo y tercero; inédito).

Romanza para violoncelo y piano (1899; inédita).

Serenata andaluza para violín y piano (1899: inédita y perdida).

Homenaje Le tombeau de Claude Debussy para guitarra (1920; orquestado en Homenajes)

Fanfarre pour una fête (1921; inédita)

Concierto para clavicémbalo (o piano), flauta, oboe, clarinete, violín y violoncelo (1923-26).

Obras para piano:

Nocturno (1899).

Serenata andaluza (1899).

Canción (1900; inédita).

Vals-capricho (1900).

Cortejo de gnomos (1901; inédito).

Suite fantástica (1901; inédita y perdida).

Hoja de álbum (1902; inédita).

Allegro de concierto (1903; inédito).

Pièces espagnoles (1902-08).

Aragonesa.

Cubana.

Montañesa.

Andaluza.

Fantasía bética (1919).

Cantos de los remeros del Volga (1922; inéditos).

Pour le tombeau de Paul Dukas (1935; orquestada en Homenajes)

Espero no haberte aburrido demasiado con el listado de la extensa obra de este genial compositor. Si este artículo sirve para descubrir su obra, valorarla como se merece y dar pie a que las orquestas nacionales recuperen muchas las obras aun obras inéditas me daría por satisfecho.

Amable lector: Si tienes tiempo e interés en ampliar alguno de los conceptos citados de este artículo, sugiero que “pinches” en los enlaces que he ido resaltando. Gracias por leerme.

Albert Mesa Rey | Escritor

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