19J: todos se lo juegan todo | Luis Losada

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Bonilla confía en una mayoría suficiente que le permita forzar a Vox a la indiferencia… ¿pinchará en hueso?

Recta final de las elecciones andaluzas y máxima tensión en todas las formaciones políticas. Los populares se juegan la confirmación del ‘efecto Feijóo’, Ciudadanos se juega la pervivencia; Vox, la alternativa real; el PSOE, su feudo y el gobierno nacional y la izquierda radical, lo que quieran ser de mayores. ¡Apasionante!

Veamos. Bonilla juega con el viento a favor. No sólo puede engullirse el derrumbe de Ciudadanos sino que además, el desastre del sanchismo hace que muchos votantes socialistas decidan otorgarle su confianza. No muerde. Y además, ha logrado que Andalucía que estaba a la cola de España en casi todo empiece a despuntar.

Los datos de gestión acompañan, aunque desde Vox censuren que podrían haber sido mejores. Probable. Pero es verdad que crece más que la media española y que crea más empleo que la media española.

Los de Abascal también se la juegan. Sobre todo después de haber colocado las expectativas en doblar el resultado de hace tres años y medio. Si no lo consiguen, aunque crezcan, será observado como un fracaso. Y en todo caso, la clave está en si son necesarios para la investidura o no, cómo se gestiona esa negociación y cómo se plantea la batalla del relato.

Los de Ciudadanos tienen cada día más cara de Titanic. No pierden la compostura ni la dignidad y ‘venden’ sus logros de gestión -y sus torrijas- como si no pasara nada. Ninguna encuesta da buen resultado. Si Marín se salva de la quema, habrá salvado los muebles. Todo lo que sea por encima de eso, será un éxito. Y en todo caso, es seguro que gane o pierda, salga o no, Bonilla contará con él y le pagará su lealtad. Hoy por ti…

Los del PSOE andan más preocupados. Porque en el tradicional feudo socialista ocurre que los del puño y la rosa no convocan almas ni levantan pasiones. El candidato, Juan Espadas, está cada día más solo. Felipe González se negó a acompañarle. Susana Díaz no le ha dedicado ni una palabra de aliento. Los alcaldes no quieren salir en la foto porque presagian que será la foto de la derrota. Hasta el mismo Sánchez se coloca de perfil…

Y la extrema izquierda llega a la cita dividida y con poco empuje. Para colmo, el rumor de que Adelante Andalucía podría abstenerse para facilitar la investidura de Bonilla. Los de Yolanda la ‘fashionaria’ no levantan cabeza: tras la imputación de Colau, la de Mónica Oltra. ¡Vaya equipo chulísimo!

La clave de la noche electoral estará en los pactos. Olona ya dejo claro que si es necesaria una sola abstención exigirán entrar en el gobierno. Bonilla planea su estrategia: tensar la cuerda y pedir la abstención o volver a ir a las urnas acusando a los ‘verdes’ de llevar a los andaluces a esa situación por ambición de poder. Bonilla sabe sin embargo, que es un arma de doble filo porque si hay que volver a repartir cartas es posible que mucho voto socialista presado se quede en casa: hasta aquí hemos llegado.

Apasionante ajedrez el que vamos a vivir en las próximas semanas en donde unos y otros tensarán la cuerda… hasta que se rompa. O no.

Luis Losada Pescador | Periodista

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