100.000 millones de euros de deuda del Estado desde que arrancó la crisis

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Casi 100.000 millones de euros. Concretamente, 97.529 millones. Es la cantidad de dinero que ha subido la deuda de la Administración central desde marzo, mes en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declaró el estado de alarma más duro del mundo, según sus palabras. 100.000 millones de euros que quedan para las generaciones futuras y que, según los expertos, dejan al país en una débil posición para afrontar la crisis económica que se avecina.

De acuerdo con los datos del Banco de España publicados este jueves, la deuda del Estado se ha situado en agosto en 1,161 billones de euros. A primeros de marzo la cifra era de 1,063 billones, por lo que en los últimos seis meses el dinero que deben todos los españoles ha aumentado en los citados 97.529 millones. Desde el inicio de la pandemia, Sánchez ha elevado la deuda en 16.254 millones de euros cada mes desde marzo: 541 millones cada hora de media.

En el conjunto de las administraciones, la deuda roza ya en agosto los 1,3 billones de euros, rompiendo mes a mes todos los récords. Sólo en agosto sumó 7.537 millones de euros más, un 0,6% por encima del dato de julio. Actualmente el porcentaje de la deuda sobre el PIB supera ya el 110%, pero la previsión de todos los organismos nacionales e internacionales es que roce a final de año el 120%. El Gobierno la cifra en el 118,8%. Nunca se había llegado a esos números en España dede comienzos del siglo XX, durante el reinado de Alfonso XIII.

La deuda del Estado ha crecido por las necesidades de las arcas públicas de afrontar los pagos de las prestaciones por desempleo o ERTE, además de las ayudas aprobadas para las empresas en forma de moratorias en el pago de impuestos. Pero las empresas han sufrido un impacto importante en sus cuentas debido a la duración del estado de alarma de Sánchez, muy criticado por la oposición que pidió una apertura antes del 21 de junio.

El acuerdo alcanzado en Europa para repartir fondos a los países más dañados por la pandemia -España recibirá 72.000 millones en transferencias- va a permitir al Gobierno reducir las emisiones de deuda en lo queda de año en 15.000 millones de euros, según ha anunciado la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.

Posición débil

Sin embargo, la posición de la economía española es débil a la hora de afrontar una nueva crisis como la actual. La crisis financiera de 2008 se produjo en un momento en el que España tenía una deuda pública del 40% del PIB, a lo que hay sumar una hucha de las pensiones repleta con 60.000 millones de euros. Eso permitió a José Luis Rodríguez Zapatero y, posteriormente, a Mariano Rajoy, acudir a los mercados y endeudarse para afrontar la crisis.

Ahora la situación es diferente. Arrancando la crisis con una deuda del 120% las opciones se reducen y un posible retraso en los fondos europeos -algo que no es descartable- supondría un problema añadido. La decisión de disparar el gasto público para revitalizar la economía, como hizo Zapatero con el Plan E, será otro problema más, como han destacado economistas como Daniel Lacalle y asociaciones empresariales.

Además, los rebrotes van a complicar aún más la situación. Las ayudas a las empresas y a los desempleados serán superiores y el pago de los ERTE se tendrá que extender en el tiempo, obligando a un esfuerzo mayor al Gobierno. Y la situación será peor si Calviño no consigue el apoyo de Bruselas para prorrogar la carencia de un año de los créditos ICO a las empresas, que asciende ya a 103.000 millones de euros. Lejos de reducirse, los expertos de Funcas prevén que la deuda pública alcance el 130% en 2027.

(Carlos Ribagorda. Ok Diario)

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