Ucrania y Rusia quieren terminar la guerra antes de que llegue el Invierno

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Es el fenómeno de las tierras heladas que detuvieron a las tropas de Napoleón y Hitler. Ahora, podría afectar tanto a rusos como ucranianos. 

Rusia y Ucrania con objetivos distintos

Para Ucrania también es una carrera para avanzar antes de que las democracias occidentales se cansen de entregarle ayuda militar y económica.

Para Rusia, es una lucha por mantener frescas a las tropas que le quedan después de cinco meses de guerra.

Vladimir Putin, el hombre que lanzó esta guerra, dijo la semana pasada que “todavía no vieron nada, esto aún no comenzó”. Estaba alegre después del triunfo tras el control total de la provincia ucraniana de Luhansk tras la toma de la ciudad de Lisichansk, la última que estaba en manos del gobierno de Kiev. Era un paso en su objetivo máximo en este momento que es el de quedarse con la rica región industrial y carbonífera del Donbás.

En los últimos dos meses, las tropas rusas han seguido la misma estrategia que en Chechenia y Siria, esto es, avanzar sobre tierra arrasada. Lanzaron un bombardeo implacable, utilizando hasta 50.000 proyectiles por día, pulverizaron las posiciones ucranianas y las obligaron a retirarse. Ucrania perdió entre 100 y 200 soldados al día, aunque algunos expertos militares hablan de muchos más-. El resultado es que los rusos terminaron ocupando las citadas ciudades .

“Rusia podría seguir desgastando los arsenales de munición ucranianos, su reserva de tropas cualificadas y la paciencia de la comunidad internacional para abrirse paso lentamente hacia el cumplimiento de sus objetivos”, escribieron la semana pasada los investigadores, Jack Watling y Nick Reynolds, en su informe para el Royal United Services Institute (RUSI).

Fase de desgaste

Ambas fuerzas se encuentran en una fase de desgaste. Cansar al enemigo con bombardeos masivos o tácticas disuasorias hasta dejarlo sin recursos. Tanto en el Kremlin como en Kiev saben que no tienen más de seis meses para definir la guerra.

“La cuestión más interesante en este momento no es quién captura 5 km de tierra, ni siquiera dónde, sino cuáles son las perspectivas a largo plazo para las dos fuerzas”, explicó, Michael Kofman, director del centro de estudios militares CNA, en el podcast War on the Rocks. La magnitud de las pérdidas y la capacidad de ambas partes para reponer fuerzas es ahora crítica.

En los últimos días, Ucrania pareció tener una ventaja con la llegada del sistema HIMARS de lanzamiento de cohetes. “La forma en que Kiev utilice esta nueva capacidad ofensiva en las próximas semanas podría ser fundamental para determinar el resultado del conflicto”, comentó Kofman.

Rusia sigue teniendo una enorme superioridad de artillería, cuentan con 10 cañones por cada uno ucraniano. Si las ciudades de Slovyansk, Kramatorsk y Bakhmut caen dentro del alcance de la artillería rusa, sería imposibles defenderlas, aunque estén fuertemente fortificadas.

Los investigadores del prestigioso instituto RUSI enumeraron las otras debilidades ucranianas: “la escasez crónica de munición de artillería, la falta de infantería cualificada y de vehículos blindados para llevar a cabo operaciones ofensivas, la escasez de equipos de radio seguros y la incapacidad para detectar y eliminar las capacidades rusas de guerra electrónica”.

Ejércitos cansados

“Alrededor del 80% del ejército ruso ya está luchando en Ucrania, agotado y haciendo muy pocos progresos”, agregó Schake. “A menos que Vladimir Putin tenga realmente la intención de una movilización a nivel nacional… estos éxitos simbólicos en Luhansk no se suman a un fortalecimiento de la posición estratégica e incluso si fueran a efectuar una movilización a nivel nacional, se necesitarían meses para entrenarlos. Ucrania tiene una oportunidad en los próximos seis meses para ganar esta guerra”.

¿Fase de transición?

El historiador Lawrence Freedman, profesor emérito de estudios bélicos del King’s College de Londres y autor del informe oficial británico de lo ocurrido en la Guerra de las Malvinas, afirma que la guerra ucraniana entró en una fase de transición en la que los rusos buscan avanzar, pero también pueden tener que defender posiciones, mientras que Ucrania se prepara para lanzar operaciones de contraofensiva. “Los ucranianos no tenían nada para hacer un trabajo serio de contrabatería”, explicó Freedman a Sky News. “Ahora lo tienen con los lanzacohetes enviados por Estados Unidos y eso hará una diferencia a su favor”. En las últimas dos semanas, el ejército ucraniano alcanzó con los HIMARS numerosos depósitos de munición rusos, almacenes de combustible, centros de mando e incluso cuarteles de soldados.

¿Recuperarán los ucranianos Kherson?

Ucrania recibió hasta ahora ocho de estos sistemas de misiles avanzados y se le prometieron otros cuatro por parte de Washington y cuatro más del Reino Unido. Aunque necesitaría docenas para marcar una diferencia rápida y decisiva en la guerra. Con este despliegue, los ucranianos intentarán en los próximos días recuperar la ciudad de Kherson que fue la primera en caer en manos rusas en febrero. Está ubicada en la desembocadura del río Dnipro sobre el Mar Negro. Es una salida fundamental para el comercio y los granos y desde allí se controla el suministro de agua potable para la ocupada península de Crimea. “Si logra retomar Kherson –analizó el historiador Freedman- podría demostrar que tiene la capacidad militar de recuperar el resto del territorio ocupado por los rusos y eso pondrá una presión muy grande sobre Putin”.

Y el factor clave señalado por todos los analistas para que estos escenarios se cumplan es el del famoso “General Invierno”.  Rusia y Ucrania buscan tener definida esta guerra antes de que todo sea hielo.

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