¿Cambiaría algo con un gobierno del PP tras una moción de censura? Nada. La misma agenda globalista con la implantación de la agenda 2030 y, además, en manos de los votos de Puigdemont. Igual que con Sánchez.
Illa ha logrado la investidura y ha formado gobierno con importante representación independentista. Gana el PSC, que no había tenido nunca tanto poder. Y esto le permite a Sánchez mantenerse en el poder ante las críticas de la vieja guardia socialista por la aprobación de la ley de la amnistía. Pero este triunfo ha provocado el riesgo, ya es cuestión de tiempo, que Junts suelte la amarra con la que mantiene a Pedro Sánchez en Moncloa.
Sánchez no controla a Puigdemont
Puigdemont ha ridiculizado al Estado y a Sánchez saliendo del país y entrando a su antojo, a pesar de seguir en busca y captura, subiéndose a un escenario para pronunciar una pequeña arenga y protagonizando la sesión de investidura. Ha venido y se ha ido, cuando y como ha querido.
Pero Puigdemont sabe que su auténtico poder está en el Congreso de los diputados donde con siete votos puede hacer caer un gobierno o mantenerlo. Y Puigdemont lo sabe. Sabe que Sánchez está en sus manos. Y, además, no se conforma con el papel secundario de liderar la oposición en el Parlamento catalán. Y es en el Congreso donde va a jugar sus cartas. Cada ley que intente sacar Sánchez, si lo logra, le va a costar muchas contraprestaciones.
Acordar con Puigdemont va a ser muy difícil. Pero a Sánchez no le interesa tanto gobernar como sobrevivir en el poder.
¿Un adelanto electoral? sería una catástrofe para los socialistas que acumulan varios deterioros y, además, las encuestas dan una mayoría absoluta al PP-Vox
El PSOE y el cómplice PP
Es demasiado ingenuo pensar que no podrían producirse acuerdos entre PP y PSOE. De hecho, ya están existiendo. Tanto en España como en Bruselas. La labor del cómplice PP es la de blanquear al PSOE y a Sánchez. No pueden llegar a un gobierno de coalición – no, al menos, con Sánchez- pero si pueden acuerdos puntuales que mantengan al PSOE
¿Una moción de censura en otoño? Podría darse, de hecho el PP ya está buscando los votos de Puigdemont que serían los que decantarían la balanza. Si Sánchez se ha vendido por un puñado de votos de Junts, por qué no lo podría hacer el PP
En definitiva, Sánchez ha canjeado la gobernabilidad por el cargo, y sus mejores aliados son los enemigos del Estado y el cómplice del PP. Los primeros son dueños del calendario electoral; los segundos, de una posible moción de censura.
¿Cambiaría algo con un gobierno del PP tras una moción de censura? Nada. La misma agenda globalista con la implantación de la agenda 2030 y, además, en manos de los votos de Puigdemont. Igual que con Sánchez.
Fuente: Tomás Gómez| La Razón
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