La religión del Nuevo Orden Mundial | Jacinto Seara

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Desde hace años imponen un cambio en lo que ha sido la cultura occidental, basándose en hechos denominados científicos que nos acercan al Apocalipsis mundial. En los años sesenta nos anunciaron que el CO2 acabaría con los humanos en el año 2000, lo podemos ver en hemerotecas, fonotecas, filmotecas… No han cedido con el tiempo, basándose en lo que denominan técnicos y científicos, y muchos lo son. Volvieron “fundando” una religión cuyos mandamientos los encabeza el cambio climático y otros temas que están casi todos los días en los Parlamentos, periódicos, televisión, películas… Tienen un rasgo común: “lo dice la ciencia”, y es obligatorio el lenguaje inclusivo. Hemos entrado finalmente en la ciencia exacta.

Quien se aparte de esa “verdad científica” es apartado de sus tareas, calumniado y en bastantes casos se le deja sin medios de vida. Ejemplos tenemos: Michael Shellenberger, un ambientalista que estuvo defendiendo en primera línea las ideas del medioambiente, salvando secuoyas y otras acciones más, ha visto censurado su artículo de la web de Forbes titulado “En nombre de los ambientalistas me disculpo por el miedo climático”. En 2003, al editor de la revista Climate Research, el dr. Chris de Freitas, que osó publicar un artículo después de consultar con varios científicos y otros lo revisaron, que decía que el calentamiento global no es anormal, teniendo en cuenta lo acaecido a lo largo de los últimos mil años, fue prudente y si hubiese ampliado el estudio la conclusión sería más apabullante. Sometido a una campaña de boicot de la revista, que se conoció como el “Climategate”, tuvo que dejar el puesto en la revista y en la Universidad. El único científico de los fundadores de Greenpeace, James Loveloc, abandonó la organización por desacuerdo con sus políticas y acciones.

Son muchos más los que abandonan y atacan la “teología” porque, como escribió Karl Popper: “La historia de la ciencia, como la de todas las ideas humanas, es una historia de sueños irresponsables, de obstinaciones y errores. Sin embargo, la ciencia es una de las pocas actividades humanas, quizá la única, en la cual los errores son criticados sistemáticamente y, muy a menudo, con el tiempo corregidos”. Creemos… o al ostracismo. Debemos volver a nuestra cultura.

Jacinto Seara | Científico -Físico Nuclear e Ingeniero Informático- y escritor

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