La Libertad y el Comunismo | Eusebio Alonso

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La libertad es la facultad que permite al ser humano obrar de una manera u otra manteniendo la responsabilidad de sus actos. En la definición de la RAE se pone de manifiesto que la libertad debe estar sometida a la acción responsable. Esto supone que, si en el ejercicio de esta libertad se perjudicase a terceros, estaríamos excediendo los límites de la libertad y seríamos responsables de los daños que nuestro comportamiento pudiese provocar.

¿Cómo es posible que tanto la derecha como la izquierda pretendan reivindicar la defensa de la libertad en sus discursos? La respuesta tiene que ver con el concepto de acción responsable. Esta acción responsable se vincula a los valores fundamentales que unos y otros defienden.

El derecho a la vida, a la propiedad privada, a la libre elección de educación, a la libre circulación por los territorios, a la elección de carrera profesional que se consideran sagrados para la derecha, vienen condicionados en mayor o menor medida por los regímenes de izquierda so pretexto de defender los intereses de la sociedad por encima de los del individuo. Los intereses de la sociedad a la que dicen representar los partidos de izquierda suelen coincidir sospechosamente en cada momento con los de sus gobernantes. Afortunadamente, la democracia, allí donde existe, permite que los ciudadanos puedan renovar periódicamente a sus gobiernos. La alternancia, si tiene algo bueno, es que permite corregir errores antes de que sea demasiado tarde y limita la corrupción política que es uno de los grandes enemigos de la democracia.

La derecha considera que el mejor lugar para el dinero es el bolsillo de los que lo han ganado, y limita el tamaño del Estado al imprescindible para garantizar los servicios básicos como sanidad, educación, defensa, pensiones, etcétera, permitiendo que la iniciativa privada, sometida a una regulación que evite los excesos, proponga una oferta alternativa y se ocupe de todo lo demás.

La izquierda y, en particular, el comunismo quiere que el Estado, por el contrario, se ocupe de todo, limitando la iniciativa privada y elevando los impuestos de forma sistemática e irreversible para conseguir sus objetivos. Como resultado, si la iniciativa privada encuentra dificultades para crear riqueza, se irá a otros lugares en donde disponga de mejores oportunidades, dejando al Estado como único actor en una sociedad sin competencia cada vez más pobre y menos competitiva. Cuanto más dinero maneje el Estado, mayor será la tentación que los gobernantes pueden tener de apropiarse de lo ajeno, y también mayor será el entramado político que se cree so pretexto de satisfacer las necesidades sociales. El hecho de que la casi totalidad de los sistemas autoritarios que existen al día de hoy sean dictaduras comunistas o teocráticas, dan una idea del respeto que estas doctrinas tienen por la libertad del individuo y reflejan el destino al que se dirige cualquier sociedad en la que la izquierda gobierna demasiado tiempo. Esto por desgracia no es sólo una opinión, es una evidencia refutada por la historia de no pocos países del mundo.

Mas allá de sentimentalismos, parece que lo sensato es optar siempre por aquello que nos asegure, a nivel individual y social, un mayor bienestar y una mejor calidad de vida. Para ello bastaría con ver la evolución de los indicadores económicos y sociales en los periodos en los que han gobernado los diferentes partidos. Esto nos daría una medida de la bondad de nuestra elección según la experiencia disponible. Recordemos la célebre frase de Lord Kelvin: “lo que no se puede medir, no se puede mejorar”. Conviene identificar también a los partidos que defienden la igualdad de todos los ciudadanos con independencia de la región en la que hayan nacido o vivan, garantizando la libertad de oportunidades, de deberes y derechos, respecto de aquellos partidos que no lo hacen. Por último, resulta muy conveniente revisar los programas de cada partido, evaluando la necesidad y conveniencia de las propuestas, y prestando especial atención a la disponibilidad de los recursos precisados y las nuevas exigencias en materia impositiva que serán necesarias para asegurar la financiación de esas propuestas. Como por desgracia no existe el delito electoral, los partidos de dudosa moralidad prometen lo que saben que no pueden cumplir para arrastrar el voto de los ingenuos. Desgraciadamente, muchos ciudadanos votan con las vísceras, llevados por su ingenuidad ante las promesas electorales o simplemente influenciados por los medios de comunicación en lugar de usar el sentido común y apoyarse en criterios objetivos y contrastables.

La reciente campaña electoral a la comunidad de Madrid ha sido una campaña bronca, con una suciedad sin precedentes. Nos ha permitido conocer la falta de escrúpulos que han tenido los partidos de la izquierda para intentar conseguir el control de la comunidad de Madrid. Recuerdo, a continuación, unos pocos puntos de su estrategia fallida.

  • Han usado intervenciones institucionales para hacer campañas de partido.
  • Han utilizado medios de comunicación subvencionados para propagar mentiras que perjudicasen algunas opciones políticas.
  • Han dificultado conscientemente la lucha contra la pandemia, retrasando y relajando los controles en el aeropuerto internacional de Barajas y dificultando la puesta en funcionamiento del hospital para pandemias Isabel Zendal.
  • Han falseado las cifras de la pandemia en sus mítines intentando poner en evidencia la gestión de la comunidad de Madrid.
  • Retrasaron el cambio de fases de la comunidad de Madrid para perjudicar la recuperación de la actividad económica. Todo ello sin que hubiese criterios objetivos avalados por expertos que lo justificasen como se ha demostrado después.
  • Algunos han alentado la violencia en las calles para evitar que VOX pudiera hacer campaña. Todo esto con el silencio cómplice de los demás partidos y la ocultación dolosa de la identificación de los causantes por parte de las autoridades de Interior.
  • Han vinculado la recepción de cartas amenazantes a partidos concretos de la derecha, sin pruebas que lo sustenten, con objeto de presentarles como autores ciertos de esos hechos y herederos del fascismo.
  • Han boicoteado los debates de los candidatos excusándose en acusaciones no contrastadas.

El pueblo madrileño, en su mayoría, no se ha dejado engañar y ha votado con la cabeza eligiendo la Libertad al Comunismo tal como rezaba el slogan de campaña del PP. El electorado ha premiado las iniciativas de Ayuso y su equipo como:

  • La forma de afrontar la pandemia adquiriendo material sanitario para la comunidad de Madrid cuando el existente estaba secuestrado por el gobierno central.
  • La habilitación de IFEMA como hospital provisional y la posterior creación del hospital Isabel Zendal con medios específicos para atender a los enfermos de COVID y descongestionar los otros hospitales de la región, a pesar de las críticas feroces y los sabotajes.
  • La forma de suavizar las medidas de confinamiento permitiendo, entre otras cosas, que el mundo del espectáculo, del ocio y la restauración pudiese ganarse la vida sin que ello haya supuesto que las cifras de contagios de la comunidad sean mayores que en otras comunidades que sí han impedido esas actividades. Esto ha puesto en evidencia la falta de autoridad científica de numerosas medidas de confinamiento impuestas en el resto del país que no han servido para nada más que para hundirnos en una crisis económica aún mayor.
  • Las ayudas a las PYMES para superar la situación ocasionada por el COVID19.
  • El no incremento de los impuestos autonómicos.

Por todo ello se ha convertido en una referencia de gestión de la pandemia a nivel mundial a pesar de las críticas, los sabotajes e incluso el fuego amigo. Ayuso ha sido una prueba de que con valentía y un buen equipo de profesionales se pueden hacer muy bien las cosas. Si esta gestión exitosa no se copia en otras comunidades será porque sus gobernantes no saben reconocer el mérito de los demás y no les importa demasiado que su intransigencia produzca un claro perjuicio para los ciudadanos.

Una vez concluidas las elecciones, los perdedores siguen intentando empañar el éxito de Ayuso descalificando a sus votantes para maquillar sus pobres resultados. Creo que no se puede caer más bajo. Para complicar aún más las cosas, el lunes 9 de mayo finaliza el estado de Alarma sin que las comunidades autónomas dispongan de cobertura legal para la aplicación de medidas para combatir el COVID19. Una vez más el gobierno de la nación sigue sin estar a la altura de las circunstancias.

El PP tendrá que gobernar con el apoyo de VOX en la comunidad de Madrid, lo que permitirá una aproximación de posiciones en los temas conflictivos y subsanar el enfrentamiento gratuito creado por Casado en la moción de censura de VOX contra Pedro Sánchez. Que no se engañe Pablo Casado con el reciente resultado de las elecciones de Madrid que con toda seguridad no es extrapolable. El artífice de este éxito es Ayuso y su equipo, junto con el agradecimiento del pueblo de Madrid. En unas elecciones generales el resultado que obtendría el PP podría diferir de forma significativa porque, para su desgracia, nadie en el PP es como Ayuso.

Eusebio Alonso | Escritor

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