La gran estafa | José Antonio Ruiz de la Hermosa

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No sé si recuerdan cuando en plena virulencia de la “Plandemia” los telediarios de todas las cadenas subvencionadas, telecirco, telecuatreros, etc…, abrían y cerraban sus emisiones desinformativas con el virus, las vacunas, los muertos y demás. También, le dedicaban especial sentimiento y seguimiento a los malos, malísimos de los que discrepaban de su campaña desinformativa.

Hubo días que, entre flor y flor, es decir principio y fin de los treinta minutos que viene a durar un telediario, le dedicaban al tema veinticinco, todo un récord. Pero no se piensen que este tipo de enanos mentales vendidos al poder económico y político sean capaces de superarse, lo son. Además, recuerden el dicho: no hagas nada a prueba de tontos, porque sin muy ingeniosos; pues en este caso se superan a sí mismos, aunque de tontos no tienen un pelo y de ingeniosos nada, pues todo lo que dicen y hacen, no es más que lo que les mandan sus jefes ideológicos, perdón de ideológicos nada, económicos, o sea de quien les paga.

Estos mercenarios de la pluma, últimamente lo de la pluma en ambos sentidos, echen un vistazo y verán, pues no se les despinta el orgullo que tienen, han vuelto a superarse a sí mismos. Después de la crónica guerrera de Ucrania, dónde a cualquiera por muy despistado que sea, se debe haber dado cuenta de que tan solo el 99% de los medios tildaban de héroes a los ucranianos y de malísimos a los rusos, pues nada, ea, que siguen superándose. Después de esto, además de acordarse de mis difuntos, los chicos de la pluma, y las chicas, ya están justificados para llamarme fascista por ruso, aunque la verdad y teniendo en cuenta la presencia de Vladimir no encaja una cosa y la otra.

Bueno pues como ya lo de “Plandemia” y de que el número de muertos vacunados sea del 85% contra un 15% entre los no vacunados, según las propias cifras oficiales, nos pone sobre aviso de que algo no cuadra. De modo que es conveniente poner la 5ª, la 7ª y las que hagan falta hasta que el 99% de los fallecidos estén vacunados. El otro discurso, el de la hambruna creada por la Guerra de Ucrania, y el Holodomor (en ucranianoГолодомор; pronunciación: ɦɔlodɔmɔr; literalmente: ‘matar de hambre’), también conocido como Genocidio ucraniano u Holocausto ucraniano. Nos retrotrae a esa hambruna que, si nos fijamos en un “Mapa Mundi”, nos hace de pensar que algo tampoco cuadra, pues el país que en extensión ocupa el número 39, resulta que según los de la pluma, es el (primero) 1º del mundo mundial en producción de grano para hacer pan y pasteles.

En fin, después de 150 días de guerra, estamos un poco hartos de que la carne de cañón de USA siga resistiendo hasta su desaparición total, para que se justifique las inversiones millonarias en armamento, mucho del cual una vez pagado, ni se fabricará. También, un poco hartos de que el malo malísimo de Vladimir no sea capaz de, (que a pesar de luchar contra todos) no haya conseguido hacer bien su propaganda, en la que era maestro, y tengamos que seguir tragando que los rusos son muy malos y los ucranianos unos santos (99% de medios de comunicación). Cuando, habiendo trabajado con ambos militares, puedo opinar que son como todos los demás de malos y buenos. Y además que el pueblo ruso, aunque hermético, tampoco es ni tan malo, ni tan tonto como nos quieren hacer ver.

En fin, este negocio, apoyado por los medios mediáticos y democráticos, creo que se está agotando en su facción de engañarnos, de modo que vamos a cambiar de tema. Ya lo advertía en medio de una cámara oculta un miembro de la CNN, televisión paradigma en la que se miran los de Antena 3 y los demás telecircos. No debemos tirar tanto de la cuerda, que la gente está empezando a darse cuenta, de modo que pasemos al siguiente timo de la estampita. “El cambio climático”. Para lo cual solo tenemos que afianzar nuestro poder hipotecario sobre unos cuantos científicos que tengan piso, mujer, hijos, coche, vacaciones, hipotecas varias y demás pagos asegurados por ejecutar. Y a por ello.

Lo del cambio climático, está muy bien, no soy lego en el tema, pues cuando en este país había que estudiar y no te regalaban el paso de un curso a otro “porque tú eres guay y te lo mereces todo” aprendí, para poder aprobar que esto del cambio es lo habitual, que el clima cambia constantemente en la Tierra desde su creación, lo que ha dado lugar a las variaciones que nos han llevado al día de hoy y que curiosamente lo que menos influye en ese cambio es el hombre. Algo así como el 3% del CO2 es responsabilidad directa e indirecta del hombre. Mientras que los volcanes lo son en cerca del 25%, por lo que creo que sería importante que los volcanes pagasen en proporción a lo que destruyen. Entiendo también, que Europa crea menos polución que China, Rusia, India, Estados Unidos, los Países Emergentes, etc…, y no entiendo porque los que menos contaminan son los más malos y los que tienen que apretarse el cinturón.

Pero claro, llevamos muchos años con la cantinela y a base de gota a gota, se rompe la piedra. Ahora la gota se llama telecirco y consiste en recordarnos en 25 minutos de telecirco de los 30 del telediario, que con nuestra inconsciencia estamos destruyendo el planeta. Ya está bien de falsificar cifras, de falsificar esos cuadros sinópticos, esas barras representativas de cifras que no guardan proporción con las cifras que muestran y ya está bien de mentir. La temperatura más alta de España, registrada en los años cincuenta del siglo XX superó los 54º. Por eso esta ola de calor, que, en quizás la mitad de las provincias españolas, ha superado en algunos momentos los 40º, no es precisamente tan mala, no malísima.

Comenté aquí que en 1967 hice una marca en el puente del canal de La Manga (Murcia) cuando oí en la televisión, (canal único) a un climatólogo holandés que decía que el nivel del mar subiría todos los años un centímetro hasta anegar toda la tierra. Cincuenta y cinco años después, he comprobado mi vieja señal, sigue estando donde estaba y el agua sigue estando a la misma altura, gran sorpresa la mía, pero… es que resulta que una piedra que se colocó a principio del siglo XVII hace unos cuatrocientos años, en la entrada del puerto militar más importante de Inglaterra, sigue con su inscripción en el nivel que marca en dicha piedra.

Creo que los clima-estafadores, debieran dejar de pensar que somos clima-tontos e irse a engañar, mejor dicho, a estafar, a otros sitios. Y ahí lo dejo…

José Antonio Ruiz de la Hermosa | Escritor y Periodista

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