El PP apoya al Gobierno en el decreto de la “nueva normalidad”

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El decreto que regulará los próximos meses la llamada nueva normalidad en la que vivirá España superó este jueves la barrera del Congreso con un amplio respaldo tras sumarse el PP al bloque de diversos de partidos que votaron a favor. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, justificó la necesidad del decreto para encarar la salida coordinada y con cautela de la crisis del coronavirus. Ciudadanos se mantuvo en una posición muy similar a la del PP, como el PNV, y otros partidos socios del Ejecutivo, que quieren además que el decreto se tramite como proyecto de ley para enmendarlo y mejorarlo. Ese bloque sumó 265 votos a favor de la aprobación del decreto. En contra se situaron los 77 parlamentarios de Vox, EH Bildu, Junts per Catalunya y ERC. Las cinco abstenciones fueron del diputado de Compromís, del BNG, los dos de la CUP y uno de Bildu.

Los populares llevaban días adelantando al máximo nivel, por parte del propio Pablo Casado, y de su portavoz en la comisión de reconstrucción, Ana Pastor, que se inclinaban por respaldar ese decreto y las medidas de la llamada nueva normalidad, especialmente si el Gobierno y La Moncloa llamaban al PP para sentarse a negociar algunos aspectos, porque creían que la medida era incompleta. Casado y Pastor resumían su postura en una serie de medidas que denominaron Pacto Cajal, en alusión al médico e investigador Santiago Ramón y Cajal, sobre el reforzamiento de la atención sanitaria primaria en los centros de salud, más recursos y una serie de reformas legales en la normativa ya existente. Muchas de esas propuestas están contenidas en el documento de conclusiones presentado tanto por la coalición del PSOE y Unidas Podemos como por otros partidos.

Pablo Casado anuncia que el PP votará a favor del decreto de la llamada nueva normalidad, durante el homenaje en Errentería a José Manuel Zamarreño, concejal del PP asesinado por ETA.

El propio Casado, en un acto electoral esta mañana en Euskadi con el candidato Carlos Iturgaiz, lo ratificó: “Nuestro partido ahora va a apoyar en el Congreso de los Diputados un decreto para salir de la brutal crisis del coronavirus y tomar medidas económicas y sociales y evitar que haya rebrotes, aunque habrá que completarlas para que España salga de este problema cuanto antes. Y vamos a apoyar, como siempre hemos hecho, la representación institucional del Gobierno de España en las instituciones europeas”.

El PP pide que se tramite el decreto como proyecto de ley para poder enmendarlo, mejorarlo y aportar sus ideas. El ministro Illa ha confirmado en el pleno que así se hará, pero ha pedido la máxima urgencia. La expresidenta del Congreso Ana Pastor ha mantenido varias conversaciones bilaterales y discretas en estos días con el actual titular de esa cartera, Salvador Illa, para aproximar posturas, y esa relación ha tenido éxito hasta el punto de que durante su intervención le reconoció su “buena fe”. En el debate, Pastor mostró su compromiso con las 40.000 personas fallecidas y se centró en criticar la gestión gubernamental porque sostuvo que con actuaciones más rápidas y eficaces muchas se podrían haber evitado si el virus no hubiera campado tan libremente. La dirigente popular mantiene que en España no funcionó el sistema de alertas, el zoco de las compras y que se dejó a muchos sanitarios sin protección. La exministra exigió un balance final de víctimas fiable del Ejecutivo y, sobre todo, que el decreto contenga planes de contingencia listos para los rebrotes normales y los excepcionales, como Illa ha prometido.

El propio ministro fue el encargado de defender la necesidad del decreto este jueves en la tribuna del Congreso. No ha requerido mucho tiempo ni muchas palabras. En apenas 12 minutos, el ministro de Sanidad, que fue recibido y despedido con grandes aplausos desde las bancadas del PSOE y Podemos, alertó de que el virus sigue extendiéndose por el mundo, recordó el dolor causado por la pandemia y a las víctimas, advirtió del peligro de los rebrotes y justificó la entrada con cautela en la llamada nueva normalidad para aplicar una serie de medidas básicas de prevención, higiene, contención y coordinación en la salida de la crisis.

Las normas de este decreto serán aplicadas por las comunidades con las que ya ha habido un alto grado de acuerdo. Illa ha agradecido la colaboración de las áreas de sanidad de las autonomías y ha apuntado que este decreto estará en vigor y solo decaerá cuando el Ejecutivo determine y se tenga la seguridad de que la pandemia se ha extinguido.

En el pleno, los partidos han fijado posición. El primero ha sido Vox, que ha ratificado a través de su portavoz, el médico José Luis Steegmann, que rechaza ese decreto porque entiende que es “un nuevo acto de propaganda política”, y luego ha arremetido contra “el Gobierno de incompetentes” del PSOE y Podemos, contra China, la OMS, la Unión Europea, y ha reiterado que se querellarán contra el Ejecutivo por su concepto “totalitario” de la llamada nueva normalidad. Vox ha coincidido en su voto negativo con EH Bildu, ERC y Junts per Catalunya, pero por razones muy diferentes. La portavoz abertzale, Mertxe Aizpurua, ha lamentado que el Gobierno haya preferido ahora para esta alianza a la derecha frente a los socios progresistas y ha vaticinado que esa decisión puede ser perjudicial en el futuro para los trabajadores porque prevé que pueda llegar acompañada de recortes.

Los representantes de Junts per Catalunya y de ERC razonaron su rechazo al decreto porque lo consideran incompleto, porque le ha faltado negociación previa y por su temor bastante recurrente en muchos debates a que el Gobierno central pueda querer con esa regulación invadir de nuevo competencias de las autonomías.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, consideró sin embargo “equilibrada” la nueva norma y, sobre todo, ensalzó que se tenga claro que cada Administración (en alusión a las autonomías) mantenga vivas sus competencias y que lo que se pretenda ahora sea mejorar y ser más eficaces en la lucha contra la covid-19. Una posición muy parecida a la que plasmó en su discurso el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, que presumió de cómo han negociado algunas mejoras durante esta etapa con el Ejecutivo.

El Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos ya contaba antes del anuncio del PP con una base parlamentaria sólida y amplia para sacar adelante el decreto con algunos partidos, socios de la investidura y nuevos aliados, que ya habían avanzado su voto. El añadido del PP y de Cs elevó esa cifra hasta los 265 síes y conformó una nueva mayoría política en el Congreso que secundó ese decreto más hacia el centro que la habitual hasta ahora en esta corta legislatura, entre el PSOE, Unidas Podemos y normalmente formaciones nacionalistas e independentistas. Entre las cinco abstenciones, incluso, también hubo matices. El diputado de Compromís, Joan Baldoví, no solo agradeció su trabajo y estilo al ministro sino que apuntó que si hubiera habido un poco más diálogo hasta podría haber votado también sí.

Los elogios más contundentes al ministro, que fue bien tratado personalmente por todos los partidos, vinieron de su grupo, representado por el diputado socialista Guillermo Meijón, que ha destacado que Illa y el Gobierno “han asumido las culpas de los errores y han colectivizado los aciertos”. Un reconocimiento que también le llegó de Jaume Asens, representante de Unidas Podemos, que ha alertado, como en la obra de Albert Camus, La Peste, sobre que el virus no se extingue, permanece y aprovecha cualquier resquicio para reaparecer. El escritor se refería al nazismo, y Asens, al odio, dirigiéndose a Vox.

El decreto llamado de nueva normalidad es la norma impulsada por el Gobierno tras los seis textos aprobados antes, durante el estado de alarma, algunos de ellos, al principio, apoyados también por el PP y la mayoría de los grupos. En este decreto se regula el uso obligatorio de mascarillas en espacios cerrados y en espacios abiertos si no se puede mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros, también el desarrollo de planes de contingencia ante posibles rebrotes y se refuerza la atención primaria.

(Anable Díaz. Diario El País)

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