La multinacional globalista BlackRock ha dado un golpe en la mesa y han impuesto un CEO ya que quieren controlar Iberdrola a partir de 2027. Y es que aunque Ignacio Sánchez Galán sigue siendo presidente ejecutivo de Iberdrola, un cargo que quiere ampliar cuatro años más en la próxima junta de accionistas de la eléctrica de 2023, Blackrock mira a futuro, dan por amortizado a Galán y quieren el control total de Iberdrola a partir de 2027. Este calendario es uno de los factores que marcado el nombramiento de este martes de un consejero delegado. Es por ello, que los fondos de inversión que controlan la compañía, con BlackRock a la cabeza, consideraron clave la entrada de un CEO en la eléctrica ante la inminente renovación de la presidencia hasta 2027.
Petición expresa

BlackRock y el resto de fondos insisten en la necesidad de Galán eligiese a su número dos para poder repartir el peso ejecutivo en la compañía. Tres meses después, ese deseo se cumple. El anuncio del consejero delegado de Iberdrola llega meses antes de que Galán renueve su cargo como presidente ejecutivo en la junta de accionistas de 2023. El presidente acudirá a la junta con 72 años de edad y, como destacan desde el sector, lo hará para pedir el apoyo de los accionistas para presidir la compañía hasta, como mínimo, los 76 años de edad.

No es el hombre de confianza de Galán

La llegada de un consejero delegado y el cambio de la estructura de la estructura era cuestión de tiempo. Desde el sector comentan que Armando Martínez no era el hombre de confianza de Galán que sonaba con más fuerza para este cargo. Hasta la fecha, el que más sonaba era el nuevo directivo desarrollo corporativo de Iberdrola, David Mesonero, que a su vez tiene relación personal con el presidente por ser su yerno.

El otro candidato que sonaba con más fuerza en la sede de Iberdrola era Mario Ruiz-Tagle, máximo responsable de la expansión en Brasil y nuevo CEO de Iberdrola España. El tercer candidato de las quinielas para este cargo era Pedro Azagra, nuevo CEO de Avangrid y con el complejo encargo de cerrar definitivamente la operación de PNM para convertir a Iberdrola en una de las principales eléctricas de Estados Unidos.

Finalmente, el elegido para la gestión ordinaria de todos los negocios de la eléctrica será Armando Martínez, el hombre de BlackRock.